ÉXTASIS
Bajo la cómplice luna
aguardo esa hora amable
en que tus pies clandestinos
se acercarán a mi noche.
Mis sentidos, ya expectantes,
presienten caricias nuevas
y las sensaciones ciertas
que preceden al derroche.
Cuando tu boca deleita
sin prudencia mis rincones,
y tus ojos, en mis huecos,
se adentran sin restricciones.
Precintadas las alarmas
y acallados los reproches.
te aguardo, desnuda, amor,
de artificios y temores.
Sin otra seda en la piel
que esa voz que me acaricia,
Leonard Cohen derramando
su ronquera en mi sien.