En el libro "Incorregibles" publicado por la editorial Urania en Marzo del 2013 se incluyó mi relato titulado "La mirada Insólita".
LA MIRADA INSÓLITA
Todos los días recibo la
caricia de varios labios. Unos se posan ansiosos sobre mí, mientras encontrados
sentimientos libran en su interior la cotidiana e irresoluta batalla por la vida. Algunos, los menos,
reposan pausados en mi contorno, mientras escrutan íntimos pensamientos,
paladean recuerdos o forjan proyectos… Alguien casi me muerde con rabia. Otros,
por el contrario, impacientes, presurosos, solamente desean escapar cuanto
antes en busca de cualquier momento impreciso, que nunca logran alcanzar del
todo. De vez en cuando llega quien me
comparte con amor, se deleita en mi dulzura y hasta parece querer besarme.
Muchos rebuscan con disimulo, entre las sombras de mi fondo, augurios, mensajes
encriptados o simples dibujos fantásticos que les permitan adivinar un futuro
más propicio.
Yo escucho sus
palabras y saco mis conclusiones, pero no juzgo ni opino. Ante mi muda presencia,
ellos se expresan libres de prejuicios y puedo asegurar que, a pesar de lo limitado
que pudiera parecer mi horizonte, permanezco al corriente de todos los aspectos
de la actualidad. En ocasiones, incluso me convierto en protagonista
involuntaria de anécdotas curiosas como, por ejemplo anteayer, cuando un
muchacho creyó ver reproducido en mi interior al famoso Cristo de Borja, del
que tanto he oído hablar últimamente. Ni que decir el revuelo que se armó. Mi
intimidad se vio invadida por el escrutinio implacable de varias decenas de
ojos. Por fortuna la cordura se impuso, y desistieron de avisar a la televisión
local tal como se sugirió en un principio. Dada mi timidez endémica, hubiese
resultado un mal trago.
De todos modos, tras muchos años de oficio, he
aprendido a ser paciente y los acojo a todos con la misma actitud serena e
inmutable. Al fin y al cabo, no soy más que una sencilla taza de café perdida en un pequeño bar de
carretera.